Sansón de las Islas. Una Tragicomedia histórica que nos habla de la actualidad. Teatro

Una Tragicomedia histórica que nos habla de la actualidad


Sansón de las Islas, ¿Quién es el bueno y quién el malo hoy? 


    Foto: website del Complejo Teatral de Buenos Aires.


En la sala Casacuberta del Teatro San Martín se presenta Sansón de las islas de Gonzalo Demaria. Una obra singular y llamativa que nos remite a un pasado histórico nefasto y nos llena de una nostalgia muy amarga que nos arranca carcajadas en un presente grotesco. Dirigida por Emiliano Dionisi. 


Criticona Creativa

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Ficha técnico artística:

Dramaturgia: Gonzalo Demaria. Dirección: Emiliano Dionisi. Directora asistente: Julieta Abriola. Actúan: Luciano Castro, Manuel Vicente, Vanesa Maja, Gonzalo Gravano. Cantantes: Constanza Díaz Falú, Fernando Ursino. Servidores de escena: Cristian Muños, Cristian Curuchet, Bruno Cardozo, Andrés Martínez, Damián Fos. Coordinación de producción artística: Juliana Ortiz, Constanza Comune Páez. Coordinación de producción técnica: Pedro Colavino. Coordinación de escenarios: Julián Castro, Lucas Pulido. Coordinación de talleres de realización Guadalupe Borrajo. Coordinación de vestuario Camila Ferrín, Laura Parody. Asesor en lucha: Javi Guerrero. Diseño de iluminación Lucía Feijoó. Diseño de vestuario Jorge López. Diseño de escenografía Cecilia Zuvialde. Música original y dirección musical: Manuel de Olaso.


Duración: 75 minutos

Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos

Teatro San Martín: Av. Corrientes 1530, C.A.B.A.



Cuando Sansón  (Luciano Castro) aparece en el escenario de Sala Casacuberta, que está cuidadosamente ambientado como un depósito devenido en set de televisión e inicia un pequeño monólogo de su historia como estrella retirada de un show televisivo de lucha libre de los años 70,  es inevitable pensar en Martin, el armenio, Karadagian y su programa Titanes en el ring

Pero Sansón de las Islas de Gonzalo Demaria, a pesar de coquetear con esa referencia constantemente, se va alejando de los forzosos recuerdos que la asocian al show de titanes y se constituye como una historia singular que conecta a la Guerra de Malvinas, con el mundo de los medios de comunicación y los personajes icónicos de la radio y la televisión argentina de esa época y el control coactivo de los gobiernos de factos.

Esta historia tragicómica que por momentos nos arranca risas grotescas, comienza con el retorno del protagonista y su esposa (Vanesa Maja) a la Argentina en 1982, durante el gobierno de Leopoldo Galtieri, cuando se desarrollaba el conflicto bélico entre nuestro país y el Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur ubicadas en el Atlántico sur. 

    Sansón y Dalila,  actores y luchadores retirados, son mandados a llamar por un comandante del ejército (Manuel Vicente) a cargo de la intervención de ATC, Argentina Televisora a Color,  para conformar una gran transmisión en vivo, con motivo de una colecta de dinero para el Fondo Patriótico Malvinas Argentinas para ayudar a los soldados combatientes. 

A pesar de que la oferta laboral le resulta poco transparente y su condiciones de salud no se lo permiten, Sansón acepta el trabajo que lo regresa a la televisión, motivado por la insistencia de su esposa y sus necesidades económicas.  Pero durante los preparativos para el gran evento el popular personaje de lucha libre conoce a un adversario inesperado (Gonzalo Gravano) y descubre que la propuesta escondía más de un engaño, algo que pone en juego su honor y que lo  hace reaccionar de la forma más inesperada para un personaje bueno como él.


En cuanto a la dirección escénica de esta pieza, debo decir que se nota el trabajo de Emiliano Dionisi en la dirección de los intérpretes que mantienen estéticamente las características sonoras de declamación, movimientos e interpretación, de las películas y series argentinas de las década del 80. La partitura de acciones sobre el escenario y las transiciones son claras y ágiles desde la mitad de la obra en adelante, algo que le brinda un esperado dinamismo.

La obra cuenta con numerosos recursos de audios y locuciones que nos sitúan rápidamente en el año de representación de la historia y la iluminación da contexto a los distintos espacios delimitados para la escenificación como el escenario central, ubicado sobre el pistón  y las pasarelas laterales que son aprovechadas gratamente con la aparición de dos cantantes de ópera, Constanza Díaz Falú y Fernando Ursino que despliegan y romantizan la trama central con sus intervenciones líricas. También se destaca el trabajo de vestuario y  maquillaje en la composición de todos los personajes. 


Si bien la obra nos habla del valor particular de un hombre que no cede ante la presión de los poderosos y que mantiene su honor y sus principios más allá de las consecuencias, también nos muestra una época significativa de nuestro país donde la coerción ejercida por el gobierno totalitario de los militares sobre las personalidades populares de los medios y la cultura, conseguía la elaboración y difusión de una narración particular de la realidad que manipuló a la población en todos los aspectos de su vida cotidiana, hasta incluso sus pensamientos y emociones.  

Esta historia también nos puede conectar con nuestra actualidad si reflexionamos con respecto a la forma en que se elabora nuestro entendimiento de la realidad, la aparición, vigencia y decadencia de nuestros ídolos, el respeto a nuestros valores, la intervención de la política y economía en nuestra vida cotidiana y la ausencia de figuras altruistas y desinteresadas que puedan proponer una mirada unívoca, tal vez en un inconsciente colectivo,  actualmente  desmembrado.

Sansón de las Islas, entonces, podría conseguir alertarnos sobre un nuevo tirano, menos perceptible que los gobiernos totalitarios:  la exposición exacerbada a una infinidad de medios, canales, plataformas, personajes, argumentos y contraargumentos de cierta validez, de las fuentes más diversas, donde todo se compra y se vende y la auto explotación es moneda corriente.  

En un escenario social donde impera la confusión, la desorientación, el desconcierto y el agotamiento en nuestra vida cotidiana, resulta más fácil aislarse y encerrarnos en nosotros mismos. Algo a lo que debemos atender para lograr resistirnos, como lo hace Sansón de las Islas.  


¡Que la disfruten!


CC Teatro

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