Teatro multidisciplinario y de identidad
Mirar al río, identidad y territorio
La compañía cuerpoequipaje festeja sus 10 años de trabajo creativo con la presentación de esta pieza que conjuga distintas disciplinas artísticas en un escenario identificado como nuestro terruño, donde el sufrimiento y la violación de los derechos de sus habitantes desde el comienzo de los tiempos han marcado un rasgo fuerte en la identidad de este pueblo generaciones tras generaciones y donde el Río de la Plata se presenta como un espectador naturalizado de toda nuestra historia pero que muchas veces ha sido ignorado hasta el olvido.
Criticona Creativa
Ficha técnico artística:
Dramaturgia: Tatiana Sandoval; Performers: Estefanía Amoruso, Gabriela Baldoni, Bárbara García Di Yorio, Diego Núñez, Josefina Sabaté y Baudron, Leonardo Volpedo; Mapping: Gabriela Baldoni; Voz en Off: Viviana Delgado Barrientos, Eulogia Huallpa, Olivia Torrez; Diseño de vestuario: Fiamma Greco, Lucía Mezzera; Realización De Iluminación: Rodolfo Eversdijk; Multimedia: Gabriela Baldoni; Músico En Escena: Estefanía Amoruso, Cecilia Candia; Visuales: Gabriela Baldoni; Música original: Cecilia Candia; Diseño De Iluminación: Adrian Grimozzi; Fotografía: Patricia Ackerman, Gabriela Baldoni; Arte: Gabriela Baldoni, Bárbara García Di Yorio, Tatiana Sandoval; Asesoramiento de vestuario: Pheonía Veloz; Asistencia de escenario: Malena Baldoni, Lola Merlo; Asistencia De Ensayos: Morena Giudice Bravo, Alondra Ticse; Asistencia de dirección: Romina Giselle Asat; Prensa: Correydileprensa, Carla Segalini; Producción general: Compañía cuerpoequipaje; Colaboración coreográfica: Diego Núñez, Josefina Sabaté y Baudron; Dirección musical: Cecilia Candia; Dirección Coreográfica: Tatiana Sandoval; Dirección Escénica: Tatiana Sandoval.
Duración: 50 minutos
Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos
Teatro Área 623: Pasco 623, C.A.B.A.
El territorio y el cuerpo nos dotan de identidad como personas. Nuestro accionar en el espacio y la forma en la que lo modificamos y nos modifica nos hace expresarnos y nos dice quienes somos. Por medio del movimiento, del accionar físico, verbal y emocional creamos imágenes, nos expresamos desde lo consciente y desde lo creativo que cataliza lo arquetípico, aquello que se expresa de generación en generación y marca nuestra universalidad como humanos.
Cuerpo, tierra, historia e identidad son los temas disparadores de esta obra teatral que nos plantea la historia de la concepción del planeta, más particularmente del espacio de tierra que nos alberga en esta parte del mundo, Buenos Aires y la zona del Río de la Plata. Así presenciamos una visión mítica que va desde el inicio de los tiempos hasta nuestro presente social y político y también nos revela a un maravillo testigo y protagonista de la vida de nuestra Nación Argentina: el Río de la Plata, tan naturalizado por nosotros en la vida citadina porteña, que a veces parece olvidado.
Mirar al río - Diálogos con lo inanimado conjuga distintas disciplinas artísticas como la música en vivo, la expresividad del cuerpo de sus intérpretes, las proyecciones digitales, la animación de objetos, el baile y por supuesto las palabras, en una dramaturgia escasa que demanda mucho trabajo semántico e interpretativo desde la expectación.
El desarrollo de sus tres actos revela una narración fragmentada que nos permite contemplar la creación de nuestra tierra a través de las intervenciones de distintos seres legendarios y del río que presencia todo lo que sucede sobre el continente y también vive lo que pasa dentro de sus aguas. Luego se nos narra sobre los primeros habitantes de estas tierras pasando por la llegada de quienes se la apropiaron y desencadenaron batallas y matanzas, aunque también establecieron nuevas culturas y expresaron su alegría y sus fiestas.
Después, la obra nos propone un salto de tiempo muy grande que nos lleva a 1960, donde tres mujeres, una madre y sus dos hijas pequeñas, disfrutan de una tarde a la orilla del agua. Una de esas niñas será más adelante, una desaparecida durante el periodo de los gobiernos militares que establecieron la dictadura más violenta y terrorífica que sufrió Argentina entre los años de 1976 a 1983. El cuerpo de aquella niña devenido en una mujer será el protagonista de la siguiente escena, cuando reaparece sin vida en la costa uruguaya. Es el río quien la devuelve a la tierra, algo que le sucedió a muchas víctimas de los aberrantes "vuelos de la muerte", una metodología de asesinato y desaparición de personas que se utilizó en ese periodo por parte de gobierno de facto existente.
Más adelante su hermana y su madre no podrán cerrar sus heridas de dolor, incertidumbre y muerte y participarán activamente en los reclamos sociales, políticos y derechos humanos que se organizarán activamente como parte un pueblo que supo construir una resistencia ante el terrorismo de estado, los abusos de poder y la violación de los derechos humanos en todos los tiempos.
Distintos objetos toman protagonismo y adquieren nuevos significados en esta obra, como los violines que si bien son instrumentos que pueden identificarse con las notas más tristes, también pueden elevarnos en la alegría más inmensa de estar vivos. Tal vez sean ellos, los violines, los que más se acerquen a representar la sonoridad, la vibración o resonancia del alma humana y por esa razón se transformen en las caras de los personajes que por momentos protagonizan las escenas.
Otro elemento con gran sentido es un serrucho en las manos de un personaje antagónico caracterizado como un militar que manipula a los demás a su antojo y lo utiliza como un arma de mutilación.
Dentro de las asociaciones simbólicas que nos exige esta obra, la coreografía y el trabajo corporal de los intérpretes son otros elementos importantes que sostienen la atención constante de la platea sobre lo que sucede en el escenario.
Con esta presentación performática, La Compañia Cuerpoequipaje nos brinda convenciones más allá de lo puramente dramático. Su trabajo puede enmarcarse dentro de lo actualmente se denomina teatro expandido, un arte que trasciende las convenciones conocidas del teatro tradicional tan fuertemente arraigado en nuestra cultura. Pero sin pretender ahondar en las clasificaciones o definiciones técnicas se debe destacar que esta obra es una experiencia artística que nos permite como espectadores, obtener una vívida mirada de testigos. Algo bastante similar a lo que le ocurre a nuestro río, que ignorado pero también sufriente es un espectador omnipresente de nuestras vidas. Tal vez la diferencia entre esta corriente de agua y nosotros está dada en que mientras nosotros podemos accionar sobre nuestra realidad y conseguir ser un factor de cambio social y humano, el río es un ser inanimado que nos observa y nos contiene.
¡Que la disfruten!
CC Teatro
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